…like a big pizza pie, thats amore!

Hoy he hecho mi primera receta  con masa madre de trigo, y han sido unas pizzas. Han salido bien buenas, aunque obviamente tienen miles de posibilidades de mejora.

La masa ha salido bien de sabor, pero un poco demasiado masiva considerando el tamaño de los bordes. Yo soy de los que quieren bordes en la pizza, pero también me gusta que la masa sea fina… La próxima vez intentaré utilizar menos masa para cada pizza, y procuraré dejar la masa más fina, y los bordes más pequeños. También me atreveré a utilizar menos harina, dejando la mása menos espesa. Es una cosa que a mi me cuesta: considerar la masa hecha cuando está pegajosa y casi líquida. No me resisto a la tentación de añadir un poco de harina para dar la masa una textura más agradable y manejable. Pero a veces hay que resistirse por la noble causa del resultado final.

Día 1 (noche)

50 g de madre de trigo (en breve aparecerá la receta en este blog)
100 g de harina de trigo ecológica
100 g de agua tibia

Mezcla bien en un bol, tapar y deja reposar durante la noche.

Día 2 (mañana)

la masa del día anterior
400 g de harina de trigo
300 g de agua tibia
una pizca (unos gramos) de levadura fresca – sí, levadura fresca de la que se compra en el súper
15 g de sal

Mezcla todos los ingredientes en la amasadora durante unos 10 minutos. Las cantidades arriba indicadas son las que recomienda Martin en su blog. A mi me parecía demasiado líquida/pegajosa, por lo que añadi unos 50 gramos de harina de trigo al final, pero no estoy seguro que fuera buena idea. La próxima vez respetaré las cantidades indicadas, a ver qué tal sale.

Vuelca la masa en una encimera espolvoreada con harina, divide la masa en dos, y forma bolas tensando la masa doblando desde las esquinas hacia el centro (ver video de Martin). Unta el interior de dos boles con aceite y deja las bolas de masa reposar cada una en un bol tapado en el frigorífico durante unas horas.

Las masas están listas para usar cuando hayan doblado su tamaño. Dependiendo de los planes que tengas para comer, si hace falta saca las masas una hora o así antes de que las vayas a preparar para acelerar el proceso de levado.

Antes de empezar a preparar las pizzas enciende el horno a temperatura bien alta y deja una bandeja dentro, que la queremos ardiente. (Mi horno sólo llega a 250º. 280-300º no vendrían nada mal.)

Ahora, saca una de las masas de su bol volcandolo con cuidado (no debería causar grandes problemas, ya que hemos untado el interior del bol con aceite) y colócala en un papel de horno espolvoreado con un poco de harina. Aplasta la masa desde el centro hacia fuera, dejando los bordes del tamaño deseado. Ten cuidado para no aplastar los bordes, que queremos que guarden sus cavidades de aire para dar un borde rico y crujiente.

Echa los ingredientes deseados encima. Yo hice una salsa de tomate basada en tomates en lata, cebolla finamente picada, orégano y chile fresco picadito, pero bueno, cada uno a su gusto. De queso recomendaría una mozzarella, pero en mi caso no fue posible conseguir uno hoy. Es domingo, todo cerrado excepto el chino, y el chino no me pudo proveer con mozzarella. Así que yo utilizé una mezcla de Maasdam y Manchego, y en una de mis dos pizzas, también queso feta que tuve en el frigo.

Una vez preparada la primera pizza, saca la bandeja caliente del horno y pasa con cuidado el papel con la pizza a la bandeja, y deja hornear en el centro del horno o tirando para la parte superior. El tiempo depende de horno, temperatura etc, pero cuenta con unos 10 minutos. Mientras horneas la primera pizza preparas la otra.

¡Qué aproveche!